Pude ver, tu sombra en la oscuridad…
aquel beso, tatuado en mi espalda.
El aroma de tu piel en mi piel…
esas caricias que se borran como huella en la arena.
No sabes cuánto extraño ser lo que fuimos alguna vez…
son esos recuerdos, que circulan en la madrugada
tu voz susurrando cada mañana…
tu sonrisa haciéndose dueña de mis sueños
y aquel abrazo eterno en el metro.
Pude ver, tu mirada en un sueño
alejándose de esta locura.
No sabes cuánto extraño aquellos momentos,
que Morfeo me trae a través de fantasías.
Tú con tu Utopía, mis ideales a la defensiva…
las dudas y miedos se apoderan de esta habitación,
Donde una vez nos amamos hasta quedar rendidos,
Cuando los suspiros, eran lazos que sustituían en silencio a un te amo.
Tener dentro de mí, una marcha de palabras por gritar…
que se tragan lentamente, hasta que duele.
Cada sorbo de indiferencia, de no llegar a querernos.
Es que extraño todo de ti
tus virtudes, hasta aquellos defectos.
Extraño, tus besos furtivos, pellizcos adjudicados.
Aquella caricia que llevaba a un abrazo indiscutible.
Odio esta distancia, en vez de invertir el tiempo en amarnos.
Es que lastima estar así, tratando de buscar una verdad
estando uno al lado del otro… al mismo tiempo tan distante.
Triste, muy triste. Estar cerca y a la vez tan alejados.
ResponderEliminarBello poema. Nostálgico, muy bien logrado.
Un fuerte abrazo.
Aída
Gracias por el comentario Pluma roja! un fuerte abrazo para ti tambien
ResponderEliminar...aún tienes la esperanza como escudo, Ale!!!
ResponderEliminarBeso gigante
La verdad que eres de los mas romantico que he visto por aqui... me gustan los corazones asi. Un beso
ResponderEliminarCita
Príncipe eterno...
ResponderEliminarAna
ResponderEliminartal inspiracion debe salir de algun lado. No te enfocas en pasados o personas? si es asi comparto tus pensamientos Alejandro. M encanta!.