Absurdo Adiós

Si todo acabo, no es para decir un adiós, es ese temor absurdo de alejarnos del recuerdo, algo que presente siempre estará… equilibrar los momentos buenos y malos es una búsqueda absurda para buscar razones para olvidar lo que inolvidable estará. Es una excusa para pensar en esa persona que por errores nuestros, no es que se escape como agua entre nuestros dedos, es que dejamos que el tiempo tomara su curso y el rio llegue a su final. Si todo acabo, es una actitud melodramática la de hacerse la victima de la novela, donde las personas montan un escenario imaginario que solo sus ojos ven y oyen aplausos vacios que nadie ve. Si todo termino, acabo, falleció o tan solo nunca llego, no existen lágrimas que llenen el atlántico ni lagrimas que llene el espacio. Es una despedida que por egoísta uno mismo decide tomar tan sencillo así como pedir un café sin azúcar… tan difícil así como pedir un café sin cafeína. Se contabilizan los errores, se suman los reproches, se multiplican las molestias de no aceptar al humano por como es, sino querer amoldarnos a la semejanza de otros, al estereotipo del ser perfecto… continua la ecuación restando lo que importa, lo que de verdad importa… tan importante como tu suspiro a la mañana, como el bostezo al anochecer, como la risa que contagia, restando el aceptar del ser que nunca fue un hola sino una despedida al momento de aparecer ya que nunca se acepto como humano, solo fue un afiche de errores en movimiento circular con el viento, el conejillo de india de la decisión de crear a un ser… el sentimiento no se basa en amoldar como plastilina a la luna, se basa en ver y respetarla con su destello que alumbra y acompaña cada amanecer.